miércoles, 10 de diciembre de 2014

ESCUELA DE SUPERHÉROES



TÍTULO: ESCUELA DE SUPERHÉROES

AUTOR: Gabriel García de Oro
EDITORIAL: Anaya
ILUSTRACIONES: Javier Olivares


RESUMEN:

            Este libro habla de un planeta idéntico a la Tierra, pero en vez de vivir personas normales, viven superhéroes.

            En una ocasión, una pareja de superhéroes tuvieron un hijo. Él era diferente a sus padres, él no era un superhéroe, no tenía poderes ni podía hacer nada extraordinario, por lo que le pusieron por nombre Piedra Sencilla.

            Cuando sus padres iban a la playa, Piedra Sencilla paseaba por ella. Era algo que le gustaba mucho. Un día, apareció de repente un gigante en el agua. Todos los superhéroes comenzaron a disparar al agua para que se pusiera muy caliente y el gigante se abrasara. El gigante huyó.

            Al padre de Piedra Sencilla le gustaba hacer experimentos, y Piedra (que era como le llamaban en su casa), pensó que podrían envenenar al gigante haciendo una mezcla extraña y que luego se la tomara. Ya se había hecho el plan, él mismo llevaría la mezcla al mar para conseguir derrotar al gigante. Encontró entre los frascos de su padre uno que se llamaba ¨tumbun gigantum¨ y sin pensarlo más continuó con su plan. Era de noche, pero a él le dio igual. Se metió en el agua, que estaba caliente, y comenzó a nadar en busca del gigante, pero realmente no sabía en qué dirección estaba, con lo que después de nadar y nadar agarrado al frasco, llegó un momento que se desmayó. Cuando despertó tenía el gigante delante de él y estaba en una isla. Al principio Piedra no le hablaba, pero más tarde se hicieron amigos y comieron juntos. Piedra le dijo al gigante que los superhéroes iban a ir a por él. El gigante se enfadó con Piedra y se fue a la otra parte de la isla. Allí se encontró con el frasco que Piedra había llevado. Se lo tomó entero. El gigante cayó al suelo y se puso a partirse de risa.

            Al final vinieron los superhéroes a por su hijo. De repente apareció otro gigante, más grande que el primero. Al parecer era su padre. En este momento el gigante ya no se reía más. El padre gigante le preguntó a su hijo si le habían hecho algo, él le dijo que no, pero que se lo iban a hacer. Piedra entonces comenzó a hablar, y dijo unas palabras tan bonitas que todos se callaron. Y así termina la historia.

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